miércoles, 2 de octubre de 2013

NUEVO ROL DEL DOCENTE EN EL SIGLO XXI



NUEVO ROL DEL DOCENTE EN EL SIGLO XXI

Por: Jessica Milagritos ORÉ CASIMIRO


Un buen maestro impresiona para la eternidad y nunca se puede decir cuándo termina su influencia. (Henry Brooks Adams)

¿Quién, al hacer memoria sobre sus experiencias de estudiante, no recuerda a un gran maestro? Es inevitable que la imagen de aquel hombre o aquella mujer que impartió con tanta pasión sus enseñanzas no se filtre como ángel aparecido en nuestro corazón cuando evocamos escenas escolares de nuestra niñez.
En todo tiempo han existido buenos maestros, quienes  han demostrado en el ejercicio de su labor una calidad indiscutible. Sin embargo en la actualidad, el saber del maestro ha sido puesto en tela de juicio debido a que los adelantos científicos y tecnológicos han desarrollado aceleradamente y a que las formas de enseñar y aprender se han renovado a la luz de nuevas teorías y tendencias pedagógicas, redefiniendo el perfil del docente de hoy. Esto ha devenido en que muchos colegas, perdiendo el entusiasmo que involucra la tarea cotidiana de enseñar, queden rezagados dando paso a la rutina infructuosa de transmitir información, sin promover el desarrollo y fortalecimiento de capacidades donde cobre papel protagónico el cómo enseñar antes que el qué enseñar.
Para cambiar esta realidad el maestro tendría que  mirar retrospectivamente su práctica de enseñanza, propiciando una profunda reflexión y análisis para –de esta manera- hallarle las inconsistencias y  asumir que su rol debe entrar en un proceso de renovación  fortaleciendo aquellas debilidades  y transformando lo obsoleto.
Al respecto, nuestro país también viene ideando nuevas políticas dirigidas a fortalecer la profesión. Ello se plasma en el Marco de Buen Desempeño Docente como una guía que encamine el logro de aprendizajes fundamentales de los estudiantes, movilizando al magisterio hacia el logro de un desarrollo profesional permanente, sintetizado en cuatro dominios, nueve competencias y cuarenta desempeños exigibles a todo profesor o profesora. Así entonces, se promueve el cumplimiento del tercer objetivo del Proyecto Educativo Nacional “Maestros bien preparados ejercen profesionalmente la educación”
Sin duda, la transformación de la práctica docente es la que garantizará la formación de nuevas generaciones con un perfil renovado donde se privilegien la criticidad y la autonomía, dejando atrás tradicionalismos pedagógicos, pasando de un escuchar y ver a un actuar dinámico y promoviendo la producción de conocimientos vinculados a la cultura y realidad de los educandos y -tomando además- decisiones en un marco ético.

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